viernes, 28 de enero de 2011

LA PERSONA DE CRISTO Y EL ESPÍRITU SANTO

CRISTO Y EL ESPÍRITU SANTO ¿SON LA MISMA PERSONA?
(Segunda Parte)


En esta sección mencionaremos dos textos que pueden ayudarnos a contestar  la pregunta acerca de la persona de Cristo y el Espíritu Santo. 

Mateo 12:31-32; El pasaje está en el contexto de la sanación de un endemoniado ciego y mudo, ante esta obra liberadora y restauradora de Jesús los fariseos acusan a Cristo de curar por el poder de Belzebú; atribuyendo la obra Divina a los demonios. Ante la actitud de los fariseos Jesús les advierte del peligro de blasfemar contra el Espíritu Santo. 

El fragmento que deseamos considerar declara: Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres;  mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.  A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre,  le será perdonado;  pero al que hable contra el Espíritu Santo,  no le será perdonado,  ni en este siglo ni en el venidero.” 
El texto puntualiza que cualquiera que hable contra el Hijo del Hombre le será perdonado, pero no así a quien blasfeme o hable contra el Espíritu Santo. La pregunta lógica que surge es: si el Espíritu y  Cristo son la misma persona ¿cómo se puede blasfemar contra Cristo sin blasfemar contra el Espíritu Santo? si ambos son el mismo alguien ambos son ofendidos. [i]  Quienes sostienen que Cristo y El Espíritu Santo son la misma persona, tratan de explicar diciendo que si la ofensa no es persistente va contra Cristo, pero si es persistente se hace contra el Espíritu Santo; pero esto no hace más que complicar las cosas porque Cristo No tiene dos personas, sino dos naturalezas que confluyen juntas misteriosamente a desde la encarnación (Jn 1:1-3; 14).  Si ambos son el mismo Alguien, ambos nombres son igualmente ofendidos con la misma gravedad o la misma levedad cualquiera sea el nivel de persistencia. [ii]
            Juan 14:16, 26; 16:7, 13-15; En primer lugar en estos pasajes aparece de manera definida un esquema trino.  Cristo habla de su partida y su vuelta al Padre, pero deja claro que sus discípulos no quedaran solos, así como los acompañó y fue para ellos un consolador, ahora enviará a “otro” consolador, el Espíritu Santo (14:26) para que esté con ellos siempre. 
Segundo Dios envió al Hijo (Jn 3:16) quien representa al Padre (Jn 14:9); ver al Hijo es ver al Padre sin que por ello el Padre sea la misma persona que el Hijo;  de la misma manera el Padre y el Hijo envían al Espíritu Santo (Jn 14:26 y 15:26), quien hará sus veces de Cristo como consolador. Esta facultad por la que el Padre y el Hijo están presentes mediante el Espíritu Santo se llama Pericoresis.[iii]
Tercero el hecho de que Jesús llame al Espíritu “otro” consolador  descarta la posibilidad de que sea el mismo, dado que cuando digo “otro” no quiero decir “yo”;  de ser así se estaría enviando a sí mismo y no es la idea que refleja el texto.  Si quisiera expresar esa idea debiera usar un pronombre reflexivo de primera persona;  me enviaré a “mi mismo” (ej: emautón). 
Otro aspecto importante es el uso del adjetivo “otro” (allos). Frecuentemente en el griego se usan dos palabras para hablar de otro: jeteros y allos.  Estas palabras tienen una diferencia de significado que pude verse en numerosos pasajes del Nuevo Testamento.[iv] El adjetivo allos denota OTRO DE LA MISMA CLASE, mientras que jeteros suele expresar una diferencia cualitativa y denota otro de una clase diferente.[v]  Jesús les promete que el Padre enviará a “otro consolador” (no obstante de la misma clase, un ser no una fuerza) para que esté con ellos siempre. 
            Volvemos a la pregunta inicial: Cristo y el Espíritu Santo ¿son la misma persona? NO, definidamente son personas distintas.



[i] Aecio Caïrus material presentado para círculo pastoral.
[ii] Ibid.
[iii] Ibid.
[iv] Los ejemplos del uso de allos y jeteros pueden verse en: W. E. Vine, Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento Exhautivo (Editorial Caribe: 199),  .
[v] Ibid.

EN EL NOMBRE DEL PADRE DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO

¿Es válida la declaraciónd de Mateo 28:19?
(Segunda Parte)

           En esta segunda entrada retomamos con las consideraciones acerca de la validez de Mateo 28:19.  Hay quienes pretenden demostrar que ciertas versiones tardías del Evangelio de Mateo en idioma hebreo, como por ejemplo el de Shem Tov, que no incluye la fórmula trinitaria, deberían hacernos cuestionar la certeza del texto griego.
Mateo 28:19 y algunas versiones del Evangelio en Hebreo:
Quienes tratan de impugnar la validez de la formula bautismal citada en Mateo, lo hacen apelando a ciertas versiones medievales de dicho Evangelio en idioma hebreo; partiendo de la base que Mateo como judío podría haber escrito en hebreo, según citas de ciertos padres de la Iglesia, como Eusebio o Jerónimo.
En primer lugar, es de suponer que si Mateo escribió el Evangelio en otro idioma que no fuera el griego Koiné, lo hiciera en arameo;  dado que era el idioma en que hablaba Jesús y resultaba bien conocido por los judíos de la época.
 Lo más probable es que aquello a lo que Jerónimo o Eusebio llamaban hebreo no sea el idioma en que está escrito el manuscrito de Shem Tov; puesto que en el Nuevo Testamento, el "hebreo" de tiempos de Jesús era el arameo de Palestina, o dialecto hebreo de la lengua aramea, y no el hebreo del Antiguo Testamento, que es el dialecto hebreo de la lengua cananea y que para la época de Jesús no era de circulación popular.
En segundo lugar, el  idioma “oficial” en el que se transmitió el Nuevo Testamento, por decirlo de alguna manera, es el Griego koiné y TODOS los manuscritos más antiguos que tenemos de dicho Evangelio están en griego, los cuales como ya mencionamos incluyen la fórmula bautismal. El citado manuscrito de Shem Tov  se remite a mediados del siglo XIV y por lo tanto no puede competir en antigüedad con los que tenemos en griego.  
Tercero, si decidiésemos buscar escritos tardíos para “desestimar” o “corroborar” lo que está  firmemente establecido, bien podríamos citar la versión del Evangelio de Mateo en hebreo, llamada Besorat Matay; presentada por Jean DuTillet en 1553 que si contiene la fórmula bautismal como los manuscritos griegos. [i]  
Mateo 28:19 y su coherencia interna:
Una evidencia de que el pasaje de Mateo no ha sido agregado o interpolado es  la coherencia con la que fluye, hablando de este tópico Caïrus declara: “Jesús había citado a sus discípulos a Galilea (28:10) para que tuviesen oportunidad de presenciarlo directamente en su estado resucitado.  Este nuevo estado requería explicación: ahora Cristo estaba en la plenitud de su poder glorificado, mientras que los discípulos tenían una tarea que cumplir en la tierra (19:18,19) con ayuda de su presencia mediante el Espíritu (20:20).   La tarea de los discípulos es hacer más discípulos, y eso implica bautizar, lo que a su vez requiere una mención de la autoridad bajo la cual se efectúa el bautismo.  Si elimináramos cualquiera de estos elementos concatenados el relato quedaría mutilado y fragmentado”.[ii]
El discipulado es un seguimiento o imitación; la experiencia cristiana arranca  desde el bautismo, que fue el punto de partida del ministerio de Cristo. El bautismo de cada nuevo cristiano, por consiguiente, debe representar o aludir ceremonialmente al bautismo de Jesús. 
Jesús fue bautizado cuando el Padre audiblemente lo designó como su Hijo amado con la presencia corporal del Espíritu Santo. Este es uno de los pocos incidentes mencionados en los cuatro evangelios casi con las mismas palabras. Esa armonía subraya la necesidad ceremonial de invocar al Padre, Hijo y Espíritu Santo, y por lo tanto es de esperar que esa referencia ceremonial estuviera en las instrucciones dejadas por Jesús y por ello Mateo la incluye.[iii]
Finalmente; suponiendo que los argumentos presentados para impugnar Mateo 28:19 fueran de peso (aunque consideramos que no los son); aún así no podrían impugnarse las declaraciones de los cuatro Evangelios, que unánimemente se refieren al bautismo de Jesús; dejando en claro la participación de la Divinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) en un momento tan solemne, que sería imitado por los seguidores de Cristo hasta su venida.
En conclusión y volviendo a la pregunta inicial ¿es válida la declaración de Mateo 28:19? Sí, tan válida como el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


[i] El manuscrito Besorat Matay incluye la formula bautismal y dice: (18 Yeshúa se acercó a ellos y les dijo: «Toda autoridad se me ha dado en el cielo y en la tierra. 19 Así que vayan y enseñen a todos los goyim, y sumérjanlos en el nombre del Padre, del Hijo y del rúaj ha-qódesh; 20 y enséñenles a guardar todo lo que les he mandado. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.»). La expresión rúaj ha-qódesh  transliterada del hebreo significa el “Espíritu Santo”. Para leer la traducción de este manuscrito véase: http://www.scribd.com/doc/6760453/Mateo-Hebreo.

[ii]Argumentos presentados por el Dr. Aecio Caïrus en el contexto de las evidencias externas e internas que fundamentan la legitimidad de Mateo 28:19.  Enviado para círculo pastoral en 2010.
[iii] Ibid.


martes, 11 de enero de 2011

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO

¿Es válida la declaración de Mateo 28:19?
Dentro de la misma discusión anti trinitaria hay quienes cuestionan la validez del pasaje que se encuentra en  Mateo 28:18-20.  Para ello apelan a diferentes argumentos, entre ellos que el pasaje fue añadido posteriormente al concilio de Nicea (325 d.  C) con el fin de favorecer la doctrina de la Trinidad. 
Para apoyar la presunta impugnación del texto citan  escritos de algunos Padres Ante-Nicenos, como Eusebio de Cesarea, aludiendo que en sus escritos cuando señala este pasaje omite la formula bautismal trinitaria.
Otros aluden a escritos de los Padres de la Iglesia, quienes mencionan que Mateo escribió el Evangelio en hebreo y pretenden relacionarlo con ciertas versiones tardías de dicho Evangelio.  Han citado como ejemplo el manuscrito Shem Tov, versión en hebreo del Evangelio de Mateo; manifestando que omite la declaración trinitaria.
Cabe entonces preguntar, ¿es válido y confiable el texto de Mateo 28:18.20 o es una adición posterior?
En esta primera entrada consideraremos la validez del texto griego, dado que los manuscritos que poseemos de dicho evangelio están en ese idioma, como así también el texto de Mateo 28:19 en relación con las citas de los Padres de la Iglesia. 
Certeza de Mateo 28:19 en los manuscritos griegos del Nuevo Testamento:
Como se sabe no contamos con los manuscritos “originales” (también llamados autógrafos) de ningún libro de la Biblia; es decir los que fueron escritos por los autores de “puño y letra”;  lo que sí tenemos son copias de ellos realizadas principalmente en papiro o pergaminos. 
Existen alrededor de 5000 manuscritos griegos entre completos y parciales, más las versiones antiguas de las traducciones del Nuevo Testamento a otros idiomas; y en cada ocasión donde aparece la fórmula bautismal, lo hace tal como la tenemos en Mateo 28:19.  Para ponerlo en claro: No se puede citar ningún manuscrito griego del Evangelio de Mateo que presente una lectura diferente (variante) de la que aparece en nuestras Biblias.[i]  Por lo tanto desde el punto de vista de la “critica textual”[ii] podemos decir que Mateo 28:19 es un texto “confiable”.  
Otro punto a considerar en relación a la confiabilidad del texto es que no existen evidencias internas ni externas de interpolación. Arriba consideramos el asunto de la fidelidad del texto según reflejan los diferentes manuscritos griegos.  Pero suponiendo que se hubiese realizado una interpolación ¿en qué época ocurrió?
La doctrina de la trinidad  se discutió seriamente en el siglo III y la mayor controversia se dio en el siglo IV.  Siendo que para esa época el evangelio ya estaba documentado de manera directa por las copias de papiros e indirectamente en citas de literatura cristiana; de haber existido copias más antiguas que discrepaban del resto; tal discrepancia tendría que haberse reflejado en la discusión trinitaria de esos siglos. [iii]
Mateo 28:19 y las citas de los Padres de la iglesia:
En relación al tema de las citas de los padres de la Iglesia, más precisamente de Eusebio de Cesarea podemos decir que quienes atacan la validez de Mateo 28:19 han usado los escritos de Eusebio de manera “selectiva”; dado que no hacen referencia a las citas de este autor que sí mencionan la formula bautismal para este texto.
Eusebio hizo referencia varias veces al pasaje tal como aparece en Mateo; solo citaremos una de ellas. En el cuarto libro de su Teofanía al aludir a Mateo 28:19 escribió: “Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos, y bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo, y Espíritu Santo”. [iv] Además cabe destacar que hay escritos Ante-Nicenos aún anteriores a Eusebio que presentan la fórmula bautismal “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”; lo que sugiere que está fórmula era conocida desde el siglo primero y no inventada en el siglo cuarto como reacción al concilio de Nicea.[v] Entre ellos se pueden citar: La Didaje (125 d. C); Taciano (170 d. C); Tertuliano (210 d. C); Origenes (245 d. C); Cipriano de Cartago (250 d. C); Atanasio (360 d. C);[vi] Ignacio (30-107 d. C?) e Irineo (120-202 d, C).[vii]
Ni Eusebio ni ningún otro escritor denunciaron jamás el pasaje de Mateo como una interpolación antes o después de Nicea; es más, algunos creen que el hecho de que Eusebio lo cite de manera natural como aparece en Mateo aún después de Nicea autentica el texto, ya que Eusebio nunca favoreció la decisión de Nicea. [viii]
Por último y en relación a las citas de los Padres de la Iglesia cabe mencionar que los escritos de la patrística también tienen su historia de transmisión y debiéramos considerarlos con prudencia, dado que quizás no siempre representen con fidelidad lo que se escribió originalmente.[ix]    
           En la siguiente entrada consideraremos el tema de algunas versiones del Evangelio de Mateo en Hebreo y si pueden afectar la interpretación del texto.

[i] Todas las variantes que presentan los textos de la Biblia en sus diferentes manuscritos aparecen reflejadas en lo que se conoce como “aparato crítico”; por tanto si uno coteja alguna versión del Nuevo Testamento Griego puede ver en su aparato todas las variantes del texto, en que manuscrito aparecen, deducir su calidad como testigo y datar la fecha de ese manuscrito. Cuando leemos Mateo 28:19 no se encuentra ninguna variante para ese texto. Es decir que hasta donde se sabe todos los manuscritos griegos de ese pasaje tienen la misma lectura.
[ii] Se denomina Crítica Textual al trabajo que realizan los expertos en lenguas bíblicas para tratar de establecer o reconstruir  el contenido de un texto de la manera más cercana a los originales y determinar así la certeza de dicho texto en base a los manuscritos griegos del  Nuevo Testamento que se poseen.
[iii] Aecio Caïrus; correo enviado a círculo pastoral durante el año 2010. El Dr. Aecio Caïrus es director del programa de doctorado en el Seminario Teológico de la Universidad AIIAS (Adventist International Institute of Advances Studies) en Filipinas.
[iv] Eusebio, Teofanía, libro IV, 8. Tomado de www.tertullian.org/fathers/eusebius_theophania_05book4.htm Para el resto de las declaraciones de Eusebio  véase: Cristian Álvarez Zaldúa,  “Bautismo en el Nombre de la Trinidad” (Ministerio Adventista; Nov-Dic, 2007), 12.
[v] Álvarez, “Bautismo en…”, 12.
[vi] Ibid, 12-13.
[vii] Ignacio en la epístola a los Filadelfianos declara: “Estas cosas que los profetas anunciaron…han sido cumplidas en el Evangelio de nuestro Señor diciendo id y enseñad a todas las naciones bautizándolos en el nombre del Padre, y del hijo y del Espíritu Santo”.  Por su parte Irieneo en su apología Contra Herejes afirma: “Y de nuevo, dando a los discípulos el poder de la regeneración en Dios, Él les dijo: Id y enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo." Alexander Roberts; James Donaldson ed. The Ante-Nicene Fathers (Grand Rapids, Michigan: WM. B. Eerdmans Publishing Company, 1996) 1:84, 444.
[viii] Álvarez, “Bautismo en…”, 12.
[ix]  Se debe tener en cuenta que el uso de citas por parte de los padres de la iglesia tiene sus limitaciones. La mayoría de las citas son cortas, nunca se citan ciertos pasajes importantes del Nuevo Testamento, y no se sabe si determinado escritor se citó de memoria o se copió. Por eso es engañoso declarar que cada variante que se encuentra en los padres es un testimonio importante en favor de cierto tipo textual. También debería señalarse que los manuscritos en donde están las obras de los padres han tenido su propia historia de transmisión, y quizá no siempre representan con fidelidad lo que se escribió originalmente”. Citado de Comentario Bíblico Adventista en: Álvarez, “Bautismo en…”, 12.   

miércoles, 5 de enero de 2011

LA PERSONA DE CRISTO Y EL ESPÍRITU SANTO

CRISTO Y EL ESPIRITU SANTO ¿SON LA MISMA PERSONA?
Últimamente se han reflotado dentro de algunos círculos adventistas discusiones acerca de la doctrina de la Deidad con enfoques que ponen en tela de juicio esta enseñanza tal como la presenta la IASD. 
Una de las ideas que ha circulado recientemente es la que plantea que la persona de Cristo y del Espíritu Santo, son en realidad la misma persona, es decir Cristo.  Que cuando las Escrituras hacen referencia en el N.T al Espíritu Santo, en realidad están aludiendo a Cristo mismo.  El Espíritu Santo sería el Espíritu de Cristo desencarnado, enviado a la tierra después de su ascensión, mientras que Cristo con su naturaleza humana mora el en el cielo, separando así ambas naturalezas.
¿Qué dice La Escritura acerca de este asunto? ¿Son en realidad Cristo y el Espíritu Santo la misma persona? En este blog vamos a considerar algunos textos que nos ayudarán a comprender adecuadamente la pregunta planteada al comienzo:
En primer lugar podemos decir que el Nuevo Testamento presenta reiterados textos que mencionan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, siendo referidos de manera indistinta en cuanto a su orden; lo cual sugiere una igualdad esencial entre las personas de la Deidad y refleja que el Nuevo Testamento sigue un esquema trino del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. 
Entre los pasajes que siguen este esquema podemos citar: Mat 3: 16-17; Mateo 28:19;  Jn 14:16; Jn 16:13-15; Jn 20: 21-22; Hech 10:38; Rom 15:16; Rom 15:30; 1Cor 12:4-6; 2Cor 1:21-22; 2Cor 13:14; Efe 2:18; 2Tes 2:13; Heb 9:14; 1Ped 1:2; 1Jn 4:2; Jud 20:21.[i]
Presentaremos los argumentos que se desprenden de tres de los textos mencionados arriba; a saber: Mateo 28:19; Mateo 12: 31-32; y Juan 14: 16, 26; 16:7, 13-15.
En esta primera entrada consideraremos Mateo 29:19 y los restantes en una sección porsterior del blog.
Mateo 28:19.  
Mateo 28:19 es uno de los pasajes más claros y contundentes en el Nuevo Testamento con relación a las personas que forman la Deidad y su individualidad. 
Vale decir que es un texto claramente establecido,  no hay ninguna evidencia de que haya sido agregado posteriormente o pruebas internas o externas de interpolación.[ii]  
EL pasaje está en el contexto de la gran comisión que diera Jesús a sus discípulos antes de su ascensión y la declaración medular del pasaje dice así: "bautizándolos en el nombre del Padre,  y del Hijo,  y del Espíritu Santo".  Lo primero que surge de la frase es que la expresión “en nombre”  (gr. eis to onoma) está en singular dando a entender que ser bautizado en el nombre de las tres personas de la deidad significa identificarse con todo lo que este nombre representa.[iii] Significa comprometerse con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.  Por otro lado el hecho de que los sustantivos individuales “Padre, Hijo y Espíritu Santo se agrupen bajo el término “nombre” (onoma) en singular, indica una sutil conexión de igualdad y unidad entre los teres, similar a lo que llamamos trinidad o deidad.[iv]
En segundo lugar la estructura gramatical del texto en griego NO permite afirmar que el Hijo (Cristo) y el Espíritu Santo sean la misma persona; dado que en el idioma original, las expresiones “Padre”; “Hijo” y “Espíritu Santo” están precedidas por el artículo griego (Tou) “del”.  La función del artículo es señalar identidad individual;[v]  lo que revela que el Padre, el hijo y el Espíritu son personas diferentes dentro de la Deidad; si se quisiera decir que Cristo y el Espíritu fueran la misma persona el sustantivo Espíritu debiera estar sin artículo.[vi]  Transcribimos la frase subrayando el artículo junto a cada sustantivo “to onoma tou patros ( del Padre) kai tou uiou ( del Hijo) kai tou hagiou pneumatos (del Espíritu Santo). 
En tercer lugar la unión de estos tres nombres indica que el Espíritu Santo es igual al Padre y al Hijo pues aparecen en la misma sentencia y al mismo nivel de las otras dos personas.  Se lo menciona como un ser separado pero en igualad a los demás. [vii]
En cuarto lugar si el Espíritu no es otra cosa que una expresión de Jesús, como se sostiene en las discusiones antitrinitarias; ¿por qué entonces debemos ser bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y también del Espíritu Santo? ¿no alcanzaría con los dos primeros? ¿por qué mencionar junto a las personas Divinas manifestaciones de esas mismas personas? Eso es redundante por no decir carente de sentido.  Como puede verse Mateo 28:19 es contundente y no deja espacio para especular si Cristo y el Espíritus Santo son la misma persona, claramente nos dice que son diferentes la una de la otra.
Por último no debiera sorprender esta mención de bautizar en el nombre del Padre, el Hijo y Espíritu Santo dado que precisamente refleja lo que ocurrió durante el bautismo de Jesús, donde se hizo audible la voz del Padre y el Espíritu descendió bajo la forma de una paloma, incluyendo así a la Deidad en el acto solemne del bautismo. 
En la siguiente entrada del blog continuaremos con el análisis de otros textos que nos ayudarán a contestar estas preguntas.

[i] Esta lista de textos fue presentada por el Dr. Aecio Caïrus  vía e-mail para un grupo llamado círculo pastoral donde se debatieron algunas cuestiones referentes a la Trinidad durante el año 2010 .  La lista no pretende ser exhaustiva, es una muestra de la regularidad con la que aparecen alusiones a las personas de la deidad en el N.T.  Se presentan 17 pasajes; de dos Evangelios; Mateo y Juan; de cinco epístolas de Pablo y tres de las Epístolas universales representando así las diferentes secciones del Nuevo Testamento.  
[ii] Debido a la contundencia que expresa el pasaje, se lo ha tratado de desmerecer con diferentes argumentos para poner el texto bajo sospecha; diciendo por ejemplo que Mateo 28:19 es una adición posterior al concilio de Nicea (325 d. C) para favorecer la doctrina de la Trinidad; citando para ello algunos escritos de Eusebio de Cesarea (260?-340? D. C). 
[iii] Artículo escrito por el Dr Gerhard Pfandl y publicado en http://doctrinadeladeidad.wordpress.com/la-doctrina-de-la-deidad-en-la-biblia; p, 6.
[iv] Cristhian Álvarez Zaldua; ¿En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo o en el nombre de Jesús?; articulo preparado para la revista Ministerio Adventista, 5.
[v] H. E. Dana, Julios R. Mantey, Gramática griega del Nuevo Testamento (El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1994), 133
[vi]Un ejemplo de lo que venimos diciendo puede verse en el pasaje de Tito 2:13; “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. Este es un texto que reafirma la divinidad de Cristo, donde se lo llama gran Dios y Salvador. Si se presta atención a la gramática griega del texto  el sustantivo “Dios” (theou) está precedido por el artículo tou “del” (tou  megalou Theou), mientras que el sustantivo “salvador” (soteros)  no lo tiene, solo se le antepone la conjunción “kai” (y) (Kai soteros).  Como recurso la gramática griega deja anartroso (sin artículo) a uno de los sustantivos para precisar que las expresiones  “Dios” y  “salvador ” se refieren a la misma persona.  En el caso de Mateo 28:19 ocurre lo contrario, los sustantivos unidos por la conjunción "y" (KAI) van acompañados de artículo definido para remarcar su identidad individual.
[vii] Artículo escrito por el Dr Gerhard Pfandl y publicado en http://doctrinadeladeidad.wordpress.com/la-doctrina-de-la-deidad-en-la-biblia; p, 6.