viernes, 28 de enero de 2011

LA PERSONA DE CRISTO Y EL ESPÍRITU SANTO

CRISTO Y EL ESPÍRITU SANTO ¿SON LA MISMA PERSONA?
(Segunda Parte)


En esta sección mencionaremos dos textos que pueden ayudarnos a contestar  la pregunta acerca de la persona de Cristo y el Espíritu Santo. 

Mateo 12:31-32; El pasaje está en el contexto de la sanación de un endemoniado ciego y mudo, ante esta obra liberadora y restauradora de Jesús los fariseos acusan a Cristo de curar por el poder de Belzebú; atribuyendo la obra Divina a los demonios. Ante la actitud de los fariseos Jesús les advierte del peligro de blasfemar contra el Espíritu Santo. 

El fragmento que deseamos considerar declara: Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres;  mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.  A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre,  le será perdonado;  pero al que hable contra el Espíritu Santo,  no le será perdonado,  ni en este siglo ni en el venidero.” 
El texto puntualiza que cualquiera que hable contra el Hijo del Hombre le será perdonado, pero no así a quien blasfeme o hable contra el Espíritu Santo. La pregunta lógica que surge es: si el Espíritu y  Cristo son la misma persona ¿cómo se puede blasfemar contra Cristo sin blasfemar contra el Espíritu Santo? si ambos son el mismo alguien ambos son ofendidos. [i]  Quienes sostienen que Cristo y El Espíritu Santo son la misma persona, tratan de explicar diciendo que si la ofensa no es persistente va contra Cristo, pero si es persistente se hace contra el Espíritu Santo; pero esto no hace más que complicar las cosas porque Cristo No tiene dos personas, sino dos naturalezas que confluyen juntas misteriosamente a desde la encarnación (Jn 1:1-3; 14).  Si ambos son el mismo Alguien, ambos nombres son igualmente ofendidos con la misma gravedad o la misma levedad cualquiera sea el nivel de persistencia. [ii]
            Juan 14:16, 26; 16:7, 13-15; En primer lugar en estos pasajes aparece de manera definida un esquema trino.  Cristo habla de su partida y su vuelta al Padre, pero deja claro que sus discípulos no quedaran solos, así como los acompañó y fue para ellos un consolador, ahora enviará a “otro” consolador, el Espíritu Santo (14:26) para que esté con ellos siempre. 
Segundo Dios envió al Hijo (Jn 3:16) quien representa al Padre (Jn 14:9); ver al Hijo es ver al Padre sin que por ello el Padre sea la misma persona que el Hijo;  de la misma manera el Padre y el Hijo envían al Espíritu Santo (Jn 14:26 y 15:26), quien hará sus veces de Cristo como consolador. Esta facultad por la que el Padre y el Hijo están presentes mediante el Espíritu Santo se llama Pericoresis.[iii]
Tercero el hecho de que Jesús llame al Espíritu “otro” consolador  descarta la posibilidad de que sea el mismo, dado que cuando digo “otro” no quiero decir “yo”;  de ser así se estaría enviando a sí mismo y no es la idea que refleja el texto.  Si quisiera expresar esa idea debiera usar un pronombre reflexivo de primera persona;  me enviaré a “mi mismo” (ej: emautón). 
Otro aspecto importante es el uso del adjetivo “otro” (allos). Frecuentemente en el griego se usan dos palabras para hablar de otro: jeteros y allos.  Estas palabras tienen una diferencia de significado que pude verse en numerosos pasajes del Nuevo Testamento.[iv] El adjetivo allos denota OTRO DE LA MISMA CLASE, mientras que jeteros suele expresar una diferencia cualitativa y denota otro de una clase diferente.[v]  Jesús les promete que el Padre enviará a “otro consolador” (no obstante de la misma clase, un ser no una fuerza) para que esté con ellos siempre. 
            Volvemos a la pregunta inicial: Cristo y el Espíritu Santo ¿son la misma persona? NO, definidamente son personas distintas.



[i] Aecio Caïrus material presentado para círculo pastoral.
[ii] Ibid.
[iii] Ibid.
[iv] Los ejemplos del uso de allos y jeteros pueden verse en: W. E. Vine, Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento Exhautivo (Editorial Caribe: 199),  .
[v] Ibid.

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