miércoles, 5 de enero de 2011

LA PERSONA DE CRISTO Y EL ESPÍRITU SANTO

CRISTO Y EL ESPIRITU SANTO ¿SON LA MISMA PERSONA?
Últimamente se han reflotado dentro de algunos círculos adventistas discusiones acerca de la doctrina de la Deidad con enfoques que ponen en tela de juicio esta enseñanza tal como la presenta la IASD. 
Una de las ideas que ha circulado recientemente es la que plantea que la persona de Cristo y del Espíritu Santo, son en realidad la misma persona, es decir Cristo.  Que cuando las Escrituras hacen referencia en el N.T al Espíritu Santo, en realidad están aludiendo a Cristo mismo.  El Espíritu Santo sería el Espíritu de Cristo desencarnado, enviado a la tierra después de su ascensión, mientras que Cristo con su naturaleza humana mora el en el cielo, separando así ambas naturalezas.
¿Qué dice La Escritura acerca de este asunto? ¿Son en realidad Cristo y el Espíritu Santo la misma persona? En este blog vamos a considerar algunos textos que nos ayudarán a comprender adecuadamente la pregunta planteada al comienzo:
En primer lugar podemos decir que el Nuevo Testamento presenta reiterados textos que mencionan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, siendo referidos de manera indistinta en cuanto a su orden; lo cual sugiere una igualdad esencial entre las personas de la Deidad y refleja que el Nuevo Testamento sigue un esquema trino del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. 
Entre los pasajes que siguen este esquema podemos citar: Mat 3: 16-17; Mateo 28:19;  Jn 14:16; Jn 16:13-15; Jn 20: 21-22; Hech 10:38; Rom 15:16; Rom 15:30; 1Cor 12:4-6; 2Cor 1:21-22; 2Cor 13:14; Efe 2:18; 2Tes 2:13; Heb 9:14; 1Ped 1:2; 1Jn 4:2; Jud 20:21.[i]
Presentaremos los argumentos que se desprenden de tres de los textos mencionados arriba; a saber: Mateo 28:19; Mateo 12: 31-32; y Juan 14: 16, 26; 16:7, 13-15.
En esta primera entrada consideraremos Mateo 29:19 y los restantes en una sección porsterior del blog.
Mateo 28:19.  
Mateo 28:19 es uno de los pasajes más claros y contundentes en el Nuevo Testamento con relación a las personas que forman la Deidad y su individualidad. 
Vale decir que es un texto claramente establecido,  no hay ninguna evidencia de que haya sido agregado posteriormente o pruebas internas o externas de interpolación.[ii]  
EL pasaje está en el contexto de la gran comisión que diera Jesús a sus discípulos antes de su ascensión y la declaración medular del pasaje dice así: "bautizándolos en el nombre del Padre,  y del Hijo,  y del Espíritu Santo".  Lo primero que surge de la frase es que la expresión “en nombre”  (gr. eis to onoma) está en singular dando a entender que ser bautizado en el nombre de las tres personas de la deidad significa identificarse con todo lo que este nombre representa.[iii] Significa comprometerse con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.  Por otro lado el hecho de que los sustantivos individuales “Padre, Hijo y Espíritu Santo se agrupen bajo el término “nombre” (onoma) en singular, indica una sutil conexión de igualdad y unidad entre los teres, similar a lo que llamamos trinidad o deidad.[iv]
En segundo lugar la estructura gramatical del texto en griego NO permite afirmar que el Hijo (Cristo) y el Espíritu Santo sean la misma persona; dado que en el idioma original, las expresiones “Padre”; “Hijo” y “Espíritu Santo” están precedidas por el artículo griego (Tou) “del”.  La función del artículo es señalar identidad individual;[v]  lo que revela que el Padre, el hijo y el Espíritu son personas diferentes dentro de la Deidad; si se quisiera decir que Cristo y el Espíritu fueran la misma persona el sustantivo Espíritu debiera estar sin artículo.[vi]  Transcribimos la frase subrayando el artículo junto a cada sustantivo “to onoma tou patros ( del Padre) kai tou uiou ( del Hijo) kai tou hagiou pneumatos (del Espíritu Santo). 
En tercer lugar la unión de estos tres nombres indica que el Espíritu Santo es igual al Padre y al Hijo pues aparecen en la misma sentencia y al mismo nivel de las otras dos personas.  Se lo menciona como un ser separado pero en igualad a los demás. [vii]
En cuarto lugar si el Espíritu no es otra cosa que una expresión de Jesús, como se sostiene en las discusiones antitrinitarias; ¿por qué entonces debemos ser bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y también del Espíritu Santo? ¿no alcanzaría con los dos primeros? ¿por qué mencionar junto a las personas Divinas manifestaciones de esas mismas personas? Eso es redundante por no decir carente de sentido.  Como puede verse Mateo 28:19 es contundente y no deja espacio para especular si Cristo y el Espíritus Santo son la misma persona, claramente nos dice que son diferentes la una de la otra.
Por último no debiera sorprender esta mención de bautizar en el nombre del Padre, el Hijo y Espíritu Santo dado que precisamente refleja lo que ocurrió durante el bautismo de Jesús, donde se hizo audible la voz del Padre y el Espíritu descendió bajo la forma de una paloma, incluyendo así a la Deidad en el acto solemne del bautismo. 
En la siguiente entrada del blog continuaremos con el análisis de otros textos que nos ayudarán a contestar estas preguntas.

[i] Esta lista de textos fue presentada por el Dr. Aecio Caïrus  vía e-mail para un grupo llamado círculo pastoral donde se debatieron algunas cuestiones referentes a la Trinidad durante el año 2010 .  La lista no pretende ser exhaustiva, es una muestra de la regularidad con la que aparecen alusiones a las personas de la deidad en el N.T.  Se presentan 17 pasajes; de dos Evangelios; Mateo y Juan; de cinco epístolas de Pablo y tres de las Epístolas universales representando así las diferentes secciones del Nuevo Testamento.  
[ii] Debido a la contundencia que expresa el pasaje, se lo ha tratado de desmerecer con diferentes argumentos para poner el texto bajo sospecha; diciendo por ejemplo que Mateo 28:19 es una adición posterior al concilio de Nicea (325 d. C) para favorecer la doctrina de la Trinidad; citando para ello algunos escritos de Eusebio de Cesarea (260?-340? D. C). 
[iii] Artículo escrito por el Dr Gerhard Pfandl y publicado en http://doctrinadeladeidad.wordpress.com/la-doctrina-de-la-deidad-en-la-biblia; p, 6.
[iv] Cristhian Álvarez Zaldua; ¿En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo o en el nombre de Jesús?; articulo preparado para la revista Ministerio Adventista, 5.
[v] H. E. Dana, Julios R. Mantey, Gramática griega del Nuevo Testamento (El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1994), 133
[vi]Un ejemplo de lo que venimos diciendo puede verse en el pasaje de Tito 2:13; “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. Este es un texto que reafirma la divinidad de Cristo, donde se lo llama gran Dios y Salvador. Si se presta atención a la gramática griega del texto  el sustantivo “Dios” (theou) está precedido por el artículo tou “del” (tou  megalou Theou), mientras que el sustantivo “salvador” (soteros)  no lo tiene, solo se le antepone la conjunción “kai” (y) (Kai soteros).  Como recurso la gramática griega deja anartroso (sin artículo) a uno de los sustantivos para precisar que las expresiones  “Dios” y  “salvador ” se refieren a la misma persona.  En el caso de Mateo 28:19 ocurre lo contrario, los sustantivos unidos por la conjunción "y" (KAI) van acompañados de artículo definido para remarcar su identidad individual.
[vii] Artículo escrito por el Dr Gerhard Pfandl y publicado en http://doctrinadeladeidad.wordpress.com/la-doctrina-de-la-deidad-en-la-biblia; p, 6.



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